Continuando con nuestro Curso de Finanzas Básicas, hoy te enseño a elaborar tu Balance Personal.
¿Cómo elaborarlo? ¿Qué información necesitas?
Organiza
las cuentas separando los activos que son los bienes y/o derechos de los
pasivos que son las deudas u obligaciones.
La
diferencia entre los Activos y Pasivos representa el Patrimonio Neto.
Patrimonio Neto =
Activos – Pasivos
Si
eres contable y vas a elaborar el Balance Personal o Mancomunado para un
tercero incluyendo un Informe de Preparación certificado por ti, debes pedir el
soporte de toda la información suministrada para cumplir con los principios
contables y evitar la certificación de información fraudulenta que pueda
comprometer tu reputación como contador independiente.
¿Qué soportes pedir?
Aquí te dejo un Formato de Balance Personal en EXCEL:
Para más detalles y un ejercicio práctico, en la clase de hoy:
Los individuos no usan conceptos de
acumulación. En vez de ello, dependen solo de los flujos de efectivo para medir
sus resultados financieros. En general, los individuos planean, supervisan y
evalúan sus actividades financieras usando los flujos de efectivo en un periodo
determinado, comúnmente un mes o un año.
Si quieres elaborar tu Flujo de caja, anota en papel o de forma digital todas tus entradas o ingresos en una columna y en otra todas tus salidas o egresos.
¿Qué puede pasar?
Puedes encontrarte en una de las siguientes situaciones:
Ingresos > Egresos: Es la situación ideal porque con ese excedente puedes tomar decisiones financieras como ahorrar o invertir el dinero que te sobra.
Ingresos = Egresos: En este caso puedes analizar si buscas otra fuente de ingresos adicional o reduces algún gastos con la finalidad de poder estar en la primera situación, es decir, que tus ingresos superen a tus egresos.
Ingresos < Egresos: En este caso es cuando se dice comúnmente que no llegas a fin de mes, esta es la situación de mayor riesgo financiero porque puede ser necesario que te endeudes de forma costosa como con las tarjetas de crédito para hacer frente a todos los egresos o gastos que tienes.
¿Qué hacer en este caso? Al igual que en la situación anterior, puedes buscar una fuente de ingresos adicional y/o reducir algún gasto.
Más detalles con un ejercicio incluido en la clase de hoy:
Ya analizamos los tipos
de ingresos que puedes generar, ahora corresponde saber que gastos causamos mes
a mes.
Tenemos los llamados GASTOS FIJOS:
el lugar donde vives por ejemplo causa un gastos fijo: el canon de
arrendamiento o la cuota mensual de hipoteca.
-El condominio o gastos
de comunidad.
- Los servicios básicos
como la luz, el agua, el gas, suelen ser gastos fijos. Hoy en día el wifi y teléfono
también se consideran gastos fijos y más si contratas un servicio con una cuota
que no varía mes a mes.
-Lo que gastas en alimentación básica para
vivir
- Gastos de transporte
- Las cuotas de seguro,
evidentemente esto no será un gasto fijo para todos, pero, muchas personas
contratan pólizas de seguro para sus vehículos, su hogar, de vida o incluso de
salud. Si la póliza se paga anualmente, deberás dividir este monto entre 12
para guardar mensualmente el gasto correspondiente y así no realizar un desembolso
que desequilibre tu presupuesto el mes que te corresponda pagar.
- Ahorro, deberías
guardar todos los meses una cuota mensual y considerarlo como un “gasto fijo”.
- Pago de deudas: si
tienes préstamos o financias tus compras con tarjetas de crédito, deberás
calcular cuánto es el monto causado por deudas mensualmente.
- Imprevistos, así como
deberías destinar como gasto fijo un porcentaje de tus ingresos al ahorro,
también deberías destinar un monto a los imprevistos: un monto más elevado de
tus facturas por servicios básicos, un daño que no cubra alguno de tus seguros
(más aún si no tienes pólizas de seguro contratadas), si se te daña algún bien
mueble o electrodoméstico insustituible, gastos odontológicos o médicos, un
viaje necesario que no esperabas.
Si vives en un país de
libre oferta y demanda, puedes analizar tus gastos fijos mensuales y evaluar
cómo disminuirlos de ser necesario ¿Por qué pagar más por ejemplo por el
servicio eléctrico o por una póliza de seguro? Evidentemente tendrás que estar
bien informado y tomarte tu tiempo para analizar cuál compañía te conviene más.
GASTOS VARIABLES: Aquellos de los cuales
puedes prescindir en un momento determinado, otros por ejemplo son inesperados.
Muchas veces los gastos
variables son también definidos como gastos hormiga, aquellas compras
“insignificantes” y aparentemente inofensivas que hacemos mes a mes,
sorprendentemente, cuando los detectas y plasmas en un papel por ejemplo cuando
quieres poner en orden tus finanzas, puedes darte cuenta que incluso podrían
representar más del 10% de tus ingresos mensuales. Por ello la mejor herramienta para detectarlos es la identificación para
ver en qué forma podrías llegar a disminuirlos o incluso prescindir en un
momento determinado de ellos.
-Gasto en ocio, ir al cine, comer en
restaurantes, ver un espectáculo, contratar algún servicio de streaming como
Netflix, Spotify, cuotas de mantenimiento del gimnasio.
-Regalos a terceros
-Gastos de alimentación y aseo que no sean
indispensables
-Gastos en ropa y calzado que no sean
indispensables o necesarios
Continuando con nuestro curso de finanzas básicas hoy analizamos la cuarta fuente de ingresos: la INVERSIÓN.
En este caso pones el
dinero ahorrado o recibido por una herencia o incluso si ganaste la lotería en
algún bien físico o intangible.
¿En qué invertir? ¿Qué
hacer con ese dinero extra?
Evidentemente puedes
guardarlo en casa o derrocharlo en gastos para el día de mañana no tener nada o
puedes decidir utilizar ese dinero para ganar más dinero, es decir,
multiplicarlo.
Decidir en qué lo
inviertes, dependerá aunque no lo creas en tu personalidad.
Si eres arriesgado y te
gusta tomar riesgo podrás invertir en intangibles como títulos valor
(bonos/acciones o en instrumentos financieros digitales como las criptomonedas);
con respecto a estos instrumentos financieros como las criptomonedas, tan de
moda últimamente, si te recomiendo que tengas cabeza y cuidado, recuerda que
hasta ahora la inversión en este tipo de activo NO está regulada por lo que la
probabilidad de pérdida es alta debido al riesgo real que puede causar invertir
en medio del desconocimiento. En caso de querer invertir en cualquier título
valor busca empresas o personas como Traders que estén preparados, tengan
buena reputación y te asesoren para que no pierdas tu dinero.
Si tienes más aversión al
riesgo Puedes invertir en fondos
fijos, cuentas de ahorro en moneda extranjera o en cualquier portafolio de
inversión que te ofrezcan las instituciones financieras. ¿Ventajas? Suelen ser
estables en el tiempo, tendrás menos riesgo pero evidentemente también
generarás menor retorno sobre tu inversión.
También están quienes
invierten en Startups o empresas de base tecnológica que crean nuevos modelos
de negocio para solventar necesidades o crear nuevas. Evidentemente al carecer
de referentes de valoración, el riesgo se eleva por lo que igual que no
sobreviven ni el primer mes como logran establecer en el tiempo y generar
muchas ganancias.
Si eres de los
inversionistas clásicos, está la inversión inmobiliaria, honestamente una de
mis preferidas, siempre y cuando las condiciones de riesgo país con respecto a
la propiedad privada sean bajas, es decir, no invertiría en bienes inmuebles
por ejemplo en Cuba o cualquier otro país comunista donde los bienes privados
son prácticamente inexistentes en la práctica.
Los inmuebles son, en
especial las viviendas, representan bienes de primera necesidad, es decir, las
personas siempre van a necesitar un lugar para vivir, eso implica que siempre
habrá demanda.
Por otro lado, las
posibilidades de inversión y obtención de ganancias son diversas, puedes
alquilar el bien o revenderlo para incrementar tus ganancias de capital.
Hoy en nuestra clase de Finanzas Básicas, analizamos la tercera fuente de ingresos que podemos obtener: aquella que proviene de ser Empresarios, dando paso por ejemplo a la forma jurídica de Sociedad Limitada o Sociedad Anónima.
Puedes obtener
ingresos montando una empresa, sería el siguiente paso de ser autónomo: el
constituir una compañía o sociedad.
Evidente para
ello debes contar con un capital inicial o contar con inversores y encontrar
personas que quieran constituir la sociedad contigo.
Aunque corres
más riesgos, ganas más dinero y tienes un mayor incremento en tu nivel de vida.
La
elección del negocio es una tarea complicada. Sin embargo, puedes analizar tus
habilidades personales y estudiar en qué tipo de negocio puedes sacarles
provecho. Por ejemplo, puedes escribir en una hoja cuáles son tus
características personales, tu formación y experiencia laboral, tus aficiones,
etc.
Otra
fuente de ideas es la observación. Puedes obtener una idea de mejora de un
producto que ya existe, o bien, ser lector asiduo de la prensa especializada en
Economía.
Incluso
a veces, personas de nuestro entorno detectan carencias en un bien o servicio y
nos dan la primera pista. Otras veces, la idea viene de otros, como es el caso
de las franquicias o las patentes.
Por
último, para saber si tu elección es acertada, tienes que tener en cuenta:
- Debe satisfacer o crear una necesidad en el
mercado
- Debe ser a largo plazo.
- Debe ser único
- Debe producir un beneficio
¿Qué
razones te pueden llevar a querer ser empresario?
Para
ello, pregúntate qué razones te han movido a elegir esta alternativa, las
razones más comunes suelen ser:
-La búsqueda de independencia profesional
-Una situación de desempleo o tener un
puesto de trabajo precario generan el deseo de prosperar en proyectos nuevos,
existe un afán de superación
-Tener una buena idea, creer firmemente en
ella y confiar en tu capacidad de trabajo para que tenga éxito.
El
siguiente paso es asumir la dificultad que entraña el proyecto, ya que nos
exigirá una gran inversión de tiempo, dinero, conocimientos, etc., para poder
sacarla adelante. Por este motivo, el empresario debe reunir una serie de
cualidades, que son difíciles de encontrar en una sola persona. Por tanto, si
conocemos nuestros puntos débiles, podremos tomar medidas al respecto y buscar
una solución adecuada.
¿Qué
caracteriza a un empresario?
Cuando
una o varias personas deciden abordar un proyecto empresarial, es conveniente
que realicen un autodiagnóstico de sí mismas y respondan a una serie de
cuestiones relativas a su personalidad, conocimientos y habilidades.
Si
tienes una idea empresarial es imprescindible tener la certeza que reúnes las
cualidades suficientes para llevarla a cabo.
Capacidad
de trabajo en equipo
Capacidad
organizativa
Habilidad
para administrar tu tiempo
Ser
creativo, teniendo confianza en lo que haces y en tus habilidades
Debes
ser flexible ante los cambios y tener capacidad de adaptación, tomando la
iniciativa antes los retos o dificultades que surjan en el camino.
Capacidades
de administrar los recursos económicos, materiales y humanos.
Capacidad
de dirigir en equipo, con la suficiente disposición para motivar y obtener el
mejor resultado posible.
Capacidad
de responsabilidad y asumir compromisos.
Habilidad
para negociar y delegar tareas a tus compañeros
El empresario, aunque
corre más riesgos, gana más dinero y tendrá un mayor incremento en su nivel de
vida y lo que hace la riqueza de un país son las empresas, ya que son el motor
de desarrollo de la economía.
Continuando con el análisis de las Fuentes de Ingreso en nuestro curso de Finanzas Básicas, hoy estudiamos el trabajo por cuenta propia, mejor conocido por trabajo autónomo o freelance.
En este caso,
tras pensar en algún proyecto, decides ser tu propio jefe. El autónomo o
freelance es la persona física que desempeña una actividad económica de forma
habitual por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección de cualquier otra
persona o empresa.
Puedes ser:
-Autónomo/ Freelance individual o profesional: haces tu trabajo de forma directa y
personal, sin tener trabajadores a cargo. Por ejemplo: un plomero, un
electricista, un cocinero o repostero, un Youtuber o dedicarte en profesiones como derecho, administración, contabilidad o arquitectura.
-
Autónomo/Freelance económicamente dependiente: Aquellos que cuentan con una clientela
fija y reducida y al menos el 70% de tus ingresos provienen exclusivamente de
uno o dos de ellos.
Ventajas de ser
autónomo:
-Eres tu propio jefe, tu decides cómo desempeñas tus proyectos, seleccionas
a tus clientes, proveedores y tomas las principales decisiones, así mismo, eres dueño de todos los ingresos que generes.
Tienes tu propio horario y entorno: Eres libre de tomarte una mañana para
asuntos propios o de trabajar un fin de semana o en las noches. Evidentemente
se flexibiliza el momento en el que desempeñas tus actividades y además sin
rendirle explicaciones a un tercero solo a ti mismo. Igualmente puedes trabajar
desde casa, desde una cafetería, en una oficina de coworking o incluso en las
oficinas del cliente. Igualmente si trabajas desde casa el dresscode puede ser
un poco menos estricto.
Decides cuál trabajo hacer y cual no: Tienes la facilidad de elegir hacer
las actividades que quieras, descartando clientes que no te interesen o te
resulten rentables.
Desventajas de
ser autónomo
-Tendrás que captar clientela, tu tendrás que encargarte de hacerte un hueco
en el mercado, tratando directamente con la competencia: Al ser autónomo o
freelance, tendrás que idear tu propio proyecto, hoy en día y más con las redes
sociales al alcance de todos, el mercado está saturado, por ello es cada vez
más difícil hacerte notar.
Responsabilidad ilimitada: Recuerda que eres el máximo responsable de tu
proyecto, por ello tendrás que afrontar los problemas y las crisis que se
presenten en el camino, pago de deudas, cobro a clientes. Si además tienes
empleados a tu cargo, deberás encargarte de la parte administrativa como
cotizar por ellos y por ti, calcular impuestos, llevar contabilidad, tendrás que
tener un mínimo de destrezas financieras.
Deberás ser responsable del cálculo de tus impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social: Tendrás que calcular y
pagar estas obligaciones fiscales y parafiscales, llevar un control de tus
ingresos y gastos y tomar decisiones desde el punto de vista financiero.
-Más horas de trabajo: Si bien hablamos de tener un horario flexible como una
ventaja, no es menos cierto que la mayoría de las veces terminas trabajando más
de ocho horas diarias, sobre todo al principio. Igualmente si trabajas desde
casa por ejemplo, puede ser complicado establecer un límite entre la vida
profesional y la vida personal.
Desde el punto de vista
de las finanzas personales
¿Cuántos tipos de ingresos podemos generar?
Trabajo bajo relación
de dependencia o por cuenta ajena
En primer lugar analizamos el empleo por cuenta ajena o trabajo bajo relación de dependencia, que es aquel que surge cuando trabajamos para un tercero.
Podemos trabajar para
empresas privadas o para el estado (empresa pública) con un contrato fijo o
contrato por tiempo determinado.
Cabe destacar por ejemplo
que en España para trabajar en un cargo público debes hacer oposiciones, es
decir, un proceso de selección para acceder a los puestos de trabajo de la
administración pública; existen muchos tipos de trabajos dentro de ésta como
maestros, policías, administrativos o abogados y seguir además una serie de
requisitos para optar a ellas.
Para trabajar en una
empresa privada simplemente debes postularte a los cargos que se ofrecen o
incluso puedes enviar tu currículo para que se tenga en una base de datos y te
llamen a una entrevista en el caso que surja una vacante.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar por cuenta ajena?
Suele considerarse que la
hiperinflación es una inflación superior a un 50% al mes, es decir, algo más de
un 1% al día. Esta tasa de inflación, acumulada durante muchos meses, provoca
elevadísimas subidas del nivel de precios.
Las empresas dedican mucho tiempo y
energías en la gestión de su tesorería cuando el efectivo pierde su valor
rápidamente. Al no dedicar este tiempo y energía a actividades más valiosas,
como las decisiones de producción y de inversión, la hiperinflación hace que la
economía funcione menos eficientemente.
Asimismo, durante las
hiperinflaciones, los precios relativos no reflejan bien la verdadera escasez.
Al variar los precios tanto y tan a menudo, es difícil para los clientes buscar
el mejor precio. Unos precios muy volátiles y rápidamente crecientes pueden
alterar la conducta de muchas maneras generando un consumo elevado de bienes y
servicios porque consideran que el valor de estos activos es superior al de
poseer dinero en sus bolsillos o cuentas bancarias.
La hiperinflación también
distorsiona los sistemas tributarios, pero de una forma bastante distinta a la
de una inflación moderada.
En la mayoría de los sistemas hay
un retraso entre el momento en el que se devenga un impuesto y el momento en el
que se paga al Estado. Por ejemplo, en muchos países las empresas deben presentar
una declaración de impuestos cada tres meses. Este breve retraso no es muy
importante cuando la inflación es baja. En cambio, durante una hiperinflación, incluso
un breve retraso reduce extraordinariamente los ingresos fiscales reales.
Cuando el Estado recibe el dinero,
este ha perdido valor. Por ese motivo, una vez que comienzan las
hiperinflaciones, los ingresos fiscales reales del Estado suelen disminuir
significativamente.
Los gobiernos tratan de resolver
este problema añadiendo un número cada vez mayor de ceros al dinero-papel, con
frecuencia no consiguen ir al mismo ritmo que el creciente nivel de precios.
A la larga, estos costes de la
hiperinflación se vuelven intolerables. Con el paso del tiempo, el dinero
pierde su papel como depósito de valor, unidad de cuenta y medio de cambio.
El trueque se vuelve más frecuente,
y otras monedas no oficiales más estables – como el dólar estadounidense–
comienzan a sustituir naturalmente al dinero oficial.
¿Cómo acabar con la HIPERINFLACIÓN?
El fin de las
hiperinflaciones casi siempre coincide con la introducción de reformas
fiscales. Una vez que es evidente la magnitud del problema, el Gobierno acaba
consiguiendo la voluntad política necesaria para reducir el gasto público y
subir los impuestos. Estas reformas fiscales reducen la necesidad de señoriaje,
lo que permite reducir el crecimiento del dinero. En consecuencia, aun cuando
la inflación sea siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, el fin de una
hiperinflación normalmente también es un fenómeno fiscal.
¿Qué hacer si vives en un país hiperinflacionario?
¿Cómo protegerte y no perder tu poder adquisitivo?
En nuestra clase pasada sobre Finanzas Básicas explicábamos el concepto de la inflación, así como su relación con las tasas de interés.
Sabemos que una tasa de inflación elevada resulta perjudicial para el país que la padece, pero
¿Cuáles son sus principales costos financieros y sociales?
En primer lugar pueden analizarse dos tipos de inflación.
La Inflación Prevista, donde se espera el incremento porcentual en los precios a lo largo de un determinado periodo de tiempo, originado por la subida de la oferta monetaria por parte del Estado.
Uno de los costos es la
distorsión del impuesto de la inflación sobre la cantidad de dinero que tiene la
gente. Un aumento de la tasa de inflación origina una subida del tipo de
interés nominal, la cual genera, a su vez, una reducción de los saldos
monetarios reales, metafóricamente esto origina el llamado Costo de Suela de Zapatos.
Así mismo, una elevada
inflación induce a las empresas a
cambiar más a menudo los precios anunciados. Cambiarlos a veces es costoso:
por ejemplo, puede obligar a imprimir y distribuir un nuevo catálogo; estos costos se
denominan Costos de menú.
La Inflación Imprevista produce un efecto más perjudicial que cualquiera
de los costos de la inflación continua y prevista: redistribuye arbitrariamente
la riqueza entre las personas.
La tasa de inflación es la
variación porcentual del nivel general de precios.
La inflación no es más que una
subida del nivel medio de precios y un precio es la relación a la que se intercambia dinero por
un bien o un servicio.
La cantidad de dinero determina el
nivel de precios y su tasa de crecimiento determina la tasa de inflación.
De hecho es el
crecimiento de la oferta monetaria provoca inflación
¿Quiénes son
los responsables de la oferta monetaria?
Principalmente el Gobierno o
Estado.
El Estado gasta dinero. Una parte
de este gasto se destina a la compra de bienes y servicios (como carreteras y
policía) y otra a pagar transferencias (por ejemplo, a los pobres y a los
jubilados).
¿Cómo se financia el Estado?
El Estado puede financiar su gasto
de tres formas:
En primer lugar, puede obtener
ingresos por medio de impuestos, como los impuestos sobre la renta de las
personas y de las sociedades.
En segundo lugar, puede pedir
préstamos al público vendiendo bonos del Estado.
En tercer lugar, puede imprimir
dinero. Los ingresos obtenidos imprimiendo dinero se denominan señoriaje.
El término procede de seigneur, palabra francesa empleada para designar
al señor feudal.
En la Edad Media, el señor tenía el
derecho exclusivo en su feudo para acuñar dinero. Actualmente, este derecho
corresponde al Gobierno y representa una de sus fuentes de ingresos.
Cuando el Gobierno imprime dinero
para financiar el gasto, aumenta la oferta monetaria.
Este aumento de la oferta monetaria
provoca, a su vez, inflación.
Imprimir dinero para recaudar
ingresos es como establecer un impuesto de la inflación.
A primera vista, tal vez no sea
evidente que la inflación puede concebirse como un impuesto.
Al fin y al cabo, nadie obtiene un
recibo por este impuesto: el Gobierno imprime simplemente el dinero que
necesita.
¿Quién
paga entonces, el impuesto de la inflación?
Las personas que tienen dinero.
Cuando suben los precios, disminuye el valor real del dinero que llevamos en el
monedero, disminuye nuestra capacidad adquisitiva.
¿Quieres saber más sobre la inflación y su relación con las tasas de interés?
Continuando con nuestro curso de finanzas básicas, hoy hablamos sobre el Dinero.
¿Qué es? ¿Cuáles son sus funciones?
El dinero es la
cantidad de activos que pueden utilizarse fácilmente para realizar transacciones.
La facilidad con que un activo se
convierte en el medio de cambio y se utiliza para comprar otras cosas –bienes y
servicios– a veces se denomina liquidez del activo. Como el dinero es el
medio de cambio, es el activo más líquido de la economía.
Para comprender mejor las funciones
del dinero, tratemos de imaginar una economía que careciera de él, es decir,
una economía de trueque.
En ese mundo, el comercio exige la doble
coincidencia de los deseos, es decir, la improbable casualidad de que dos
personas tengan cada una un bien que desee la otra en el momento y
lugar preciso para realizar un
intercambio.
Una economía de trueque solo
permite realizar transacciones sencillas.
El dinero hace posible la
realización de transacciones más indirectas.
Un profesor utiliza su sueldo para
comprar libros; la editorial utiliza los ingresos derivados de la venta de
libros para comprar papel; la empresa papelera utiliza los ingresos derivados
de la venta de papel para pagar a la empresa maderera; la empresa maderera
reparte unos beneficios que permiten que los hijos de los socios vayan a la
universidad, y la universidad utiliza las tasas universitarias para pagar el sueldo
del profesor. En una economía moderna y compleja, el comercio suele ser indirecto
y exige el uso de dinero.